La Torre Bellesguard de Gaudí, declarada Bien de Interés Cultural el 24 de julio de 1969, es una de las obras más singulares y simbólicas.
Construida entre 1900 y 1909, entre todas las obras de Antoni Gaudí, la Torre Bellesguard es la que tiene más historia.
Gracias a la abundancia de sus aguas subterráneas y la pureza de sus aires, este sitio siempre ha estado habitado.
Se convirtió en residencia real en 1408 cuando el monarca Martín I, último rey del Casal de Barcelona, se instala a vivir en Bellesguard hasta su muerte en 1410. Todavía hoy podemos encontrar en las inmediaciones del edificio construido por Gaudí, los restos medievales del palacio y de las murallas.
Muchos son los personajes que durante siglos han coincidido en Bellesguard, historias cruzadas cargadas de casualidades y causalidades, grandes biografías y hechos muy importantes se han dado cita en esta pequeña porción de tierra, cargada de rastros y recuerdos de épocas pasadas.
Toda esta historia influye mucho en Antoni Gaudí, que construye en Bellesguard una obra única, arquitectónicamente a medio camino entre el gótico y el modernismo, cargada de simbología y alusiones al pasado, rodeada de bellísimos jardines en los que perder la noción del tiempo y dejarse impregnar por la esencia y la magia de la obra más desconocida y fascinante de Gaudí.